viernes, 5 de noviembre de 2010

16 de febrero de 2010

Hoy me decido a escribir sobre ti. Después de tantos meses de silencio y de lejanía, donde me quede sólo, sentado, esperando a alguien que no iba a regresar jamás. Me quede con la imagen de aquel personaje tan tierno, tan lindo y dedicado que estuvo en mi vida, me conquistó y que yo "alejé de mi lado". Esa era mi idea, mi martirio... mi penitencia.
Durante todo este tiempo pensé que yo había tenido la culpa, por no enamorarme rápido de ti como tú lo habías hecho de mi. Siempre pensé que no corresponder al mismo ritmo tus sentimientos era un factor que te lastimaba, aún cuando al final terminé amándote no con locura y pasión, como lo hacen los amores efímeros, sino con una confianza y seguridad en lo que teníamos y en lo que nos esperaba.
Sí, ante mis ojos yo fui el culpable.
Y así yo pensé que mi comportamiento fue el que te alejó. La noche de san valentín me lo dejaste bien claro: "deberías ser más cariñoso", mencionaste cuando ibamos caminando después de lo que yo pensé era una cena romántica especial, donde me esmeré en tratar de hacerte feliz y al final sentía que me quedaba corto para lo que tu necesitabas.
Semanas después, todo terminó. No pude soportar el hecho de que tu estuvieras alejandome, como si yo tuviera algo malo. Traté de brindarte la confianza para hablar de lo que te sucedía, soportar la confusión que te causaba aquella persona que tanto daño físico y emocional te había hecho y que se atrevía a irrumpir nuevamente en tu vida, en la mia... en la nuestra. Al final, terminaste evadiendo y yo no aceptando...
Tiempo después, alguién se atrevió a contactarme por MH, sólo para informarme que se había acostado contigo y que le habías contado de mi. Una persona que vivía en el DF y que a veces regresaba a Cuernavaca, a Vista Hermosa,... mostrando presuntuoso su cuerpo y su herramienta para venderse en el mercado impersonal de la carne...
Te mandé mensajes, confundido. Te llamaba y no contestabas. Finalmente desde otro numero telefónico, contestaste sin esperar que fuera yo. Tu voz pasaba de lo amable a lo cortante e hiriente, a la defensiva. Te pregunté, no como reclamo, sino como queriendo aclarar las cosas e incluso alertarte del mal manejo de información que gente sin rostro estaba esparciendo.
Me dijiste, lleno de orgullo e indignación, que qué poco te conocía, que tu jamás harías algo así, no estaba en tu código de valores y que no te habías acostado con nadie más desde que anduvimos.
Yo, te creí. Le creí al Moy que conocía, al frágil y unico, noble, honesto y puro. Y otra vez me culpe por siquiera poner un dejo de duda en mi mente.
Pero ahora, lo sé.
Sé que un 16 de febrero te reencontraste con él. Sé que desde entonces estabas confundido, te llamaba y le llamabas, y preferiste dejar de lado algo sano y estable para regresar a algo violento, degradante... insano.
Ahora sé que no fué mi culpa, y que todo este tiempo martirizandome por esa idea y manteniendote en un altar fue una pérdida de tiempo.
Yo? ahora me quedo tranquilo. Mi amor fue real, sin engaños, sin mentiras y sobretodo fue sincero. Si tu no supiste valorar eso, muy tu pedo, yo me libero de tu recuerdo y de mi sufrimiento, con esta última carta, desahogo la parte de mi orgullo herido, de todo aquello que pudo ser y que preferiste no tomar.
Te deseo que seas feliz, no a su lado, sino contigo mismo. Espero que algún día te ames a ti mismo tanto como para valorarte y no dejar que nadie te siga pisando, que dejes de aceptar que te lastimen porque piensas que es tu culpa, que dejes ese pensamiento enfermo de lado, para que aprendas a amar como la gente debe hacerlo, cimentado en la confianza y el respeto, no en el temor y en el sometimiento.

Que así sea.

1 comentario:

=lzbt= dijo...

entiendo, lo se por que yo tambien ame, no con pasion, sino con respeto y confianza, dando mi vida entera, tratando de ser la mejor, pero me rompieron el corazon y aunq ya ha pasado meses aun duele como la primera vez, cuando me dejo llorando y confundida en la parada del autobus, figinedo que estariamos bien, aun duele y aveces siento que esto jamas sanara, se lo que es ser traicionado, herido cuando uno ama en realidad........ no se cuando pero espero salir, como tu lo hiciste. gracias.