martes, 31 de marzo de 2009

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Aitai!

domingo, 29 de marzo de 2009

Extrañar

Las personas cambian, las situaciones también.
Extraño lo que fuimos hace tiempo, donde ambos podíamos apoyarnos uno sobre el otro confiandonos nuestros sentimientos.
Extraño aquellas noches de diversión donde nos divertiamos juntos.
Extraño la hermandad que teníamos, los abrazos sinceros que te daba y que aceptabas sin dudar
Extraño tu simple compañía escuchando tu música en el auto
Extraño preocuparme por ti en demasía
Extraño los mensajes estupidos y sin sentido en el telefono.
Extraño quien eras, porque cada día que pasa nos convertimos en extraños en nuestras vidas.
Te extraño, brohcito, y no sabes cuanto.

sábado, 28 de marzo de 2009

La promesa

-¡Te digo que no lo he soñado! – vociferaba Claudia con una voz tan alta que hizo que varias personas voltearan hacia su mesa con aire de consternación e incomodidad -, lo he visto,… caminando como si nada, entre todo el gentío que había en el centro de la ciudad.

-Es imposible querida – respondió Stephan tratando de disimular con dulzura en sus palabras la amargura que causaba la afirmación que su amiga le estaba haciendo -. Él está muerto, asistimos a su funeral juntos, probablemente la mente te jugó una mala pasada.

-No me crees, ¿verdad?, pero mis ojos no pueden engañarme. Estaba ahí, traté de alcanzarlo y me miró por un instante… ¡era él!, pude reconocerlo porque seguía siendo el mismo, el cabello lo usaba como la última vez que lo vimos, sus facciones son imposibles de confundir, sin embargo…

-¿Qué? – preguntó un poco fastidiado y a punto de gritarle a su amiga que cambiara el tema. Era muy doloroso para él.

-Pues, su piel era demasiado pálida, y sus ojos, demasiado oscuros. Era como ver a un espíritu andante, aunque completamente físico. No parecía estar volando o flotando como dicen en las películas, estaba caminando entre la gente.

-Creo que necesitas un descanso, querida, y yo también – Se levantó buscando su cartera para sacar el efectivo suficiente que pudiera cubrir el costo de lo consumido -. Tengo que irme, no puedo creer que me hayas llamado solo para hablar de estas tonterías.

-No son tonterías – contestó indignada, ante tal afirmación –. Yo sé lo que vi y fue muy real.

-Si tú lo dices… ¡adiós!

Stephan la beso suavemente en la frente mientras tomaba sus manos. Ella había sido su confidente desde muchos años atrás, sabía que ella no podría decir nada para dañarlo y sin embargo, este día sentía como si una daga se hubiera clavado en su corazón. Esa era la razón por la que huía despavorido del lugar. Hablar sobre “aquella” persona lo dañaba en demasía. El recuerdo aún estaba presente y no podía permitirse romperse en mil piezas otra vez.

Decidió caminar, como no lo había hecho en mucho tiempo, hasta su casa, situada aproximadamente media hora de ahí. El sol había comenzado a ocultarse en el horizonte, causando una de esas bellas tonalidades que variaban entre el rosado hasta el morado oscuro, que terminaba desvaneciéndose entre la oscuridad del cielo nocturno en el cual se estampaban las pocas estrellas que el brillo de las luces de la ciudad permitían divisar.

Caminó y caminó, sin siquiera poner atención a las calles, edificios ni a las personas que circulaban a su paso. Estaba atrapado en sus pensamientos y en aquellos dolorosos recuerdos de esa persona que amó y odió tanto.

-Idiota… - murmuró para sus adentros – ¿por qué te fuiste así?

Aquella persona que había traído a su vida un mar completo de emociones se llamaba Aldenir. Fue él con quien conoció el amor y el dolor, la felicidad y la tristeza más infinita que una persona puede encontrar. Su alma gemela, su todo y a la vez el vacio más profundo y doloroso que pudo concebir jamás.

Habían sido pareja durante algunos años, hasta que Aldenir desapareció un día dejando el país sin avisar. Pasaron varios meses sin saber de él, donde Stephan sufrió por la incertidumbre de no saber qué estaba pasando. Cada noche lloraba tratando de averiguar la respuesta a sus plegarias, sin embargo, estas jamás llegaron. Sintió que la vida se le iba en cada hora, minuto y segundo que pasó durante ese largo tiempo solo. Sintió que no había motivos para seguir viviendo.

Su teléfono comenzó a sonar. Miró el identificador y reconoció el número, esbozando una sonrisa ligera.

-¡Hola!, ¿tardarás en llegar? – preguntó una voz varonil que apenas podía escuchar debido al escándalo ocasionado por el bullicio de la ciudad.

-No, estoy por llegar, probablemente tarde 10 minutos como máximo, ¿Quieres algo?

-Un paquete de cigarros, olvidé los míos en el trabajo. No tardes mucho.

-No lo haré. Estoy en camino.

Colgó.

No le gustaba que Chris, su actual pareja, fumara. Era un vicio que jamás pudo comprender, ni con él y menos con Aldenir. Sin embargo, de vez en cuando, cuando se sentía solo, encendía un cigarrillo tratando de aplacar así su mente loca que divagaba por todo.

Conoció a Chris durante la época de la desaparición de Aldenir. Se convirtió en su pañuelo de lágrimas y en su refugio. Poco a poco fue comenzando a sentirse seguro a su lado y pudo de nuevo sonreír sin tener que sentirse culpable de hacerlo. Se enamoraron.

Llegó a la tienda y compró los cigarros y un café frio. Su departamento estaba solo a unos pocos pasos. Llegó a la puerta principal y un gato negro lo esperaba en la puerta, mirándolo fijamente con sus ojos plateados y moviendo la cola expresándole la ansiedad de su espera.

-¡Hola Diego! – dijo al gato mientras éste se frotaba contra su pierna, reconociendo al amo que lo había abandonado nuevamente durante horas -, estoy en casa.

Subió las escaleras y abrió la puerta al departamento. El estéreo estaba puesto, como siempre, en un volumen más fuerte de lo normal. Se escuchaba el ruido de la ducha funcionando; Chris estaba tomando un baño.

Se acercó con cuidado a la puerta del baño y desde afuera le dijo a Chris que había llegado, cosa aquel que respondió cantando con una gran falta de entonación pero con mucho sentimiento. Stephan no pudo evitar reír ante aquella gracia de su concubino. Salió al balcón.

La ciudad se veía inmensa desde ahí. Era su lugar favorito en las noches de estrés y cansancio que el trabajo le provocaba. Salía ahí admirando el bello mar de luces que formaba la ciudad. El sonido caótico de la vida nocturna lo imaginaba tal como el que producían las inmensas olas al chocar cerca de la orilla. Sin embargo, esas olas jamás llegaban a sus pies descalzos; nunca mojaban sus pies.

Encendió un cigarro, más por inercia que por ganas, tratando de esconder dentro de sí la ansiedad que sentía al ver la noche. Los recuerdos seguían brotando de su mente y su corazón causándole una sensación extraña en su estómago.

Los primeros días con Chris fueron maravillosos, la vida comenzaba a tener sentido nuevamente y el dolor se iba disipando. Tenían muchas cosas en común y sentía que realmente podría atreverse a abrir su corazón nuevamente de par en par. Sin embargo, después de unas semanas, cuando llegaba a su apartamento después de una larga jornada de trabajo, se encontró con una sorpresa impactante. Ahí estaba Aldenir, esperándolo.

Al verlo no pudo evitar sentir coraje e impotencia. No le parecía justo que de pronto apareciera después de tanto tiempo sin saber de él, después de tanta espera con los ojos llenos de lágrimas y mucho menos después de haber decidido seguir con su vida. Aldenir trató de dar mil y un explicaciones que no tenían lógica para Stephan quien, cansado de oír palabras sin sentido, terminó entrando a su casa dejando la discusión sin concluir. Esa noche volvió a llorar otra vez.

Durante algunos meses, Aldenir trató de recuperarlo. Sin embargo, la mente confundida de Stephan no podía decidir si perdonarlo y seguir juntos o quedarse con aquel que le estaba otorgando una nueva oportunidad de ser feliz. Varias noches pasaron sin que pudiera encontrar su propia respuesta, muchas discusiones llegaron con el miedo que tenía Aldenir de llegar a perderlo. Pero al final, después de una discusión acalorada, decidió poner fin a esa situación, arriesgándose por aquel que le ofrecía un mundo nuevo.

-¡Buenas noches! – dijo Chris mientras lo abrazaba por la espalda -, te extrañé.

-Yo también, ¿qué tal tu día?

-Cansado, en la oficina la situación es crítica pero… ¿estás fumando?

-Sí, tuve un día pesado también en el trabajo – mencionó Stephan con la mirada perdida entre la vista de la ciudad -, sabes cómo es eso.

-Es cierto. Pero es extraño verte así… No fumas desde…

-Lo sé.

-Esta bien. Si tu fumas te acompañaré, donde está la cajetilla?

Stephan tomó la cajetilla de su bolsillo y se la entregó a Chris sin siquiera voltear. No quería que su mirada delatara la turbación que en su mente estaba sucediendo. Incluso su corazón estaba latiendo fuertemente como si pudiera explotar de un momento a otro.

-Estos… no son mis cigarros, tu sabes cual marca prefiero… - dijo Chris un poco confundido.

-Lo siento. Me he equivocado, he estado muy distraído últimamente.

-… Son los cigarros que a él le gustaban.

Fue como si le hubiera asestado un golpe directo al corazón. Tal vez fue una distracción o inconscientemente el mar de recuerdos lo hizo actuar sin pensar, pero las cosas no podían calmarse. Chris estaba demasiado sensible al tema de Aldenir desde aquella noche en la que vio como el mundo de Stephan se desmoronaba nuevamente y donde pudo entender los verdaderos sentimientos de la persona a quien amaba tanto.

-Te lo he dicho. Fue un pequeño error. No estaba pensando correctamente.

-Creo que fumaré después.

-Chris entró a la casa inmediatamente y Stephan se sintió incapaz de reparar aquella herida que le había provocado a aquel que le amaba tanto, y se sintió culpable por sus pensamientos.

Después de un rato decidió entrar y confrontarle. Lo encontró sentado en el sofá, viendo el noticiario de rutina. Sus miradas se cruzaron un momento y de pronto Chris golpeó suavemente el respaldo del lado vacio, invitándole a sentarse como señal de paz. Stephan lo hizo sin decir nada, pero aún sumergido en el recuerdo.

Cuando finalmente comentó a Aldenir su decisión, éste lo tomo de mala manera. Histérico, le rogó que recapacitara y regresara a su lado, pero el dolor que existía en el corazón de Stephan mantenía sus sentimientos en reserva. Finalmente, Aldenir decidió salir de su vida para siempre, dispuesto a terminar con esa historia que ambos no podían recuperar.

Pasaron los meses, sin saber de él. Stephan imaginaba que estaba tratando de retomar el curso de su vida en algún otro lugar, probablemente con otra persona. El tema fue vetado en su círculo de amigos y se dispuso a centrarse en su nueva vida. Se sentía feliz, sin embargo, no podía evitar pensar en aquel que había amado tanto.

Tiempo después, recibió una llamada de Claudia, se encontraba muy alterada y no pudo entender que pasaba. La voz entrecortada por las lagrimas le dejó intuir que algo demasiado grave había pasado como para romper a una mujer tan fuerte como lo era su amiga. Finalmente aquellas palabras que nunca esperó escuchar salieron por el auricular entrando a su cabeza y a su corazón como una daga fatalmente afilada. Aldenir había muerto.

Un movimiento suave le despertó. Chris le decía que era hora de dormir. Sin embargo, su cuerpo no podía moverse hasta la cama. Las fuerzas se le habían ido. Suavemente, sintió como los brazos de aquel hombre lo levantaban firmemente hasta llevarlo a la cama. Se dispuso a dormir,… soñar y olvidar. Un día nuevo llegaría cuando el sol saliera y probablemente aquellos pensamientos que conmocionaban su mente se irían finalmente.

Comenzó a soñar, con algo muy extraño. Un árbol de cerezos se encontraba entre una gran oscuridad, brillando con luz propia. Sus ramas estaban cubiertas de pequeñas flores rosadas, las cuales con el roce del viento se deshacían en pétalos que caían lentamente, casi danzando, debido a su fragilidad.

Una brisa fuerte provocó que miles de pétalos cayeran jugando con el viento, como si estuvieran bailando mientras esperaban a descansar en el suelo inexistente dentro del sueño; un paisaje bello y Stephan se encontraba ahí, frente al árbol, admirándolo y sintiendo el roce que provocaban los pequeños y frágiles danzantes que lo rodeaban juguetonamente. Algo realmente maravilloso.

Sin embargo, algo comenzó a cambiar. El viento comenzó a soplar más y más fuerte, formando un pequeño remolino unos metros frente a él. El impacto del aire lo cegaba, y también, lastimaba su cuerpo. El ambiente se sentía cada vez más pesado, y en el remolino, los pétalos de la flor del cerezo se condensaban con violencia.

De pronto, una inmensa calma, poco a poco miro hacia donde estaba el remolino, mientras los pétalos volvían a caer. Esta vez, una persona estaba frente a él. Una persona que reconoció sin dudar…

…Esta persona le sonrió con malicia, murmurando suavemente: "he regresado… cumplí mi promesa".

Despertó agitado. Su rostro estaba cubierto de una fina capa de sudor frio. El ambiente se sentía frío a pesar de que era primavera. A su lado, Chris descansaba sin inmutarse de lo que estaba pasando. Se levantó para tomar un poco de agua e intentar calmarse antes de volver a sumirse en los brazos de Morfeo.

Salió al balcón. La ciudad estaba demasiado callada. Odiaba cuando la ciudad perdía el sonido de vida que siempre le gustaba escuchar. Eran las 3 de la mañana, según marcaba el reloj que se prendaba de su muñeca izquierda. La misma hora en la que al parecer Aldenir murió.

-¿Por qué te fuiste así? – pensó recriminando al recuerdo de Aldenir. De sus ojos brotaban lagrimas que no podía detener.

El viento se agitó. El silencio de la ciudad fue corrompido por una voz que parecía provenir de alguien familiar.

"Tuve que hacerlo. No podía soportar más el dolor de estar sin ti"

Buscó desesperadamente el origen de esa voz. Pensó por un momento que probablemente se trataba de su mente jugándole una broma macabra, pero de pronto, sin esperarlo, de las sombras salió una figura que era imposible de olvidar. Su cabello, el contorno de su rostro, sus labios, sus ojos… aún sin vida. Era él.

Se llevó la mano a la boca para matar el grito horrorizado que quería salir de ella. Observó a aquella persona frente a él, tratando de buscar una razón lógica a lo que estaba pasando. Por su mente pasó la idea de que probablemente se estaba volviendo loco.

"No es así" - respondió la voz como si sus pensamientos hubieran sido gritados - "No estás loco. Regresé, tal como te dije que lo haría. He cumplido mi promesa…"

Las lágrimas seguían saliendo de sus ojos sin parar. Los sentimientos que durante mucho tiempo había reprimido se desbordaban como un manantial incorruptible. Comenzó a caminar lentamente hacia él.

"No te acerques. No puedes tocarme"

-¿Por qué no? – le preguntó en un susurro -, ¡Estás aquí, conmigo nuevamente!, no puedo entender cómo, pero puedo verte…

"Estoy aquí, pero ya no pertenezco a este lugar"

Miró detenidamente aquella misteriosa presencia y pudo darse cuenta de algo. Sus labios no se movían mientras le hablaba.

-¿Quién eres realmente y a qué has venido?… - preguntó mientras la piel se le erizaba. Cada vez sentía que el aire se hacía más y más frio.

La figura frente a él no respondió inmediatamente. Solo podía ver que sus ojos apuntaban a los suyos. Sin embargo, no veía en ellos ni un pequeño reflejo de vida.

"¿Me amas? - Preguntó de pronto aquel espectro.

-Siempre te amé – aseguró Stephan sin miedo -, jamás deje de hacerlo. Y jamás pude decírtelo nuevamente. Aún estando con él, que cambió mi vida completamente, no pude olvidarme ni un solo instante de tí

"¿Quieres estar conmigo?"

-Eternamente… como prometiste en tu última carta. Pero no sé si es posible ahora que no estás. Eres una ilusión de mi mente. Eres una imagen cruel que me atormenta por las culpas. No existes más.

La figura de Aldenir se acercó hasta donde estaba Stephan lentamente, quedando frente a frente. La mano del espectro tocó el rostro de su amado, quien solo sintió como si un tempano de hielo rozara su piel.

"No dudes más. Vine por ti"

Sus labios se juntaron en un tierno beso. Un beso que consumía la vida de Stephan en cada segundo que pasaba. Sin embargo, no podía negarse a ese deseo. Recordó las palabras que decía aquella carta que recibió en el funeral.

“Dejo este lugar. No puedo más. Si me amas, algún día regresaré, porque este amor es eterno como el mar. Viviré en ti, como vive el amor que nos tenemos. Viviré en ti hasta que sea el momento de continuar este amor eterno.”

El nuevo día había comenzado. Chris abrió los ojos y descubrió que su amado no estaba a su lado. Se levantó para buscarle y lo que encontró, hizo que se derrumbara sobre sus rodillas, perdiendo el color de su rostro y lanzando un grito de terror. En la terraza, se encontraba el cuerpo inerte de su amado, entre pétalos de la flor del cerezo, la que fuera su flor predilecta, imposible de encontrar en aquella ciudad.

domingo, 22 de marzo de 2009

A

Durante mi infancia-adolescencia, ella fue mi dolor de cabeza. La consentida de mis padres, por ser la mas pequeña. La niña que podía hacer sin consecuencias. Una niña que fue completamente mimada y de la cual no sabía casi nada. Preferí no tener contacto cercano con ella, ni con nadie más de mi familia, encerrado en mi propio mundo.

Sin embargo, ella fue quien me abrió los brazos cuando llorando por mi primer relación oficial le confesé que soy gay.

"hijo de la chingada, me bajaste a S." fue lo que me dijo mientras me abrazaba.

A partir de ahí, se convirtió en complice de todos mis romances, mis dramas y mis desventuras. Fue gran amiga de muchos de mis ex's y tambien su peor enemiga cuando llegaron a hacerme algo.
Fue entonces cuando la empecé a conocer, como adolescente indomable, como fiera rebelde con una tenacidad y capacidad enorme de comerse al mundo no de un sólo bocado, sino disfrutándolo en cada instante.

Ahora, la admiro mucho, en demasía, a pesar de ser 6 años menor que yo, ha sido mi soporte más grande. Es la que me saca del hoyo junto con otras personas más. Es la que me ama, como hermano que soy, con todo el paquetote que traigo encima.

Ella ha pasado por cosas muy graves en su vida, antes me lo ocultaba porque pensaba que actuaría en la forma equivocada. Ahora, me ha confesado un problema que ha oscurecido a mi familia desde el año pasado, un problema que yo ya he librado pero a ella le puede afectar.

Y estaré ahí para ella, porque ella siempre ha estado para mí.

Y sé que va a salir bien... tiene que hacerlo, quiero que me llene la vida de alegría con todos los sobrinos maravillosos que deba malcriar, tiene que ser una mamá feliz y rebosante, escandalosa y libertina, de esas que les dan condones a los hijos cuando son adolescentes.

Si, hermana, tu lo serás...

Estoy contigo...

te amo.

jueves, 19 de marzo de 2009

llovizna.

El otro día cayo la primer llovizna, y la disfruté mucho. Camine mojándome y pensando en muchas cosas, en muchas personas y en lo que me espera de la vida. Quiero seguir creciendo, quiero seguir viviendo un instante más. Sé quien soy y a donde pertenezco, y espero que el camino de la vida me lleve a ese encuentro de mis ideales y anhelos, de mis esperanzas y sueños...

domingo, 15 de marzo de 2009

Mi nueva obsesión!

Adam Lambert.... hell damn yeah!

Amo a esta mujer!!!


The sexy 13itch is back!!!
I missed you Brody Dalle!

yo tambien chaparro...

"ella siempre va a extrañar ciertas cosas de ricardo su ex y yo le dije ke yo tamBien siempre voy a extrañar muchas cosas de ti mas Bien extraño cosas de ti "

Yo tambien lo hago chaparro, y me da gusto que seas feliz.

Te amo, ayer hoy y siempre...

sábado, 14 de marzo de 2009

Goin' abroad?

Pues bien, esta semana tuve una entrevista para irme un año como asistente a una universidad en Estados Unidos.
Estuve muy nervioso, pero el apoyo de mis amigos me hizo estar seguro de mi mismo y al final todo salio muy bien. De hecho, mejor de lo que pensaba.
Ahora lo que me preocupa es que no puedo dejar de pensar que la oportunidad esta más cerca, la respuesta me la dan en aproximadamente tres semanas, así que no queda más que esperar. Sin embargo, ahora estoy muy ilusionado debido a los comentarios tan positivos que me dió la persona que me entrevisto (mi posible futuro jefe)
No quiero sentirme tan en las nubes porque todos sabemos que el madrazo esta bien fuerte cuando no se cumplen las cosas como lo esperas, además estoy compitiendo con otras siete personas y en años pasados uno de mis mejores amigos lo intento tambien y desafortunadamente no lo logró, aunque lo merecía.
Sin embargo, como dice mi buen dadavo, "cuando te toca, aunque te quites; cuando no te toca, aunque te pongas".

Vamos a ver que me depara el futuro.

lunes, 9 de marzo de 2009

Ojos

Ojos que me miran
Eterna pesadilla de desprecio
Ambicion no controlada
Que se encuentra en el espejo
Ojos que disparan sin dudar
Quemando mi cuerpo inmolado en la luz del sol
Ojos que eran tiernos pero algo los cambió
Ojos que hoy desprecian las palabras
Los juramentos, los momentos
Ojos que se escapan
Y desaparecen de mi sueño
Dulce mirar
Donde te encuentras?
A donde fuiste a parar.

domingo, 8 de marzo de 2009

De la vida, la muerte, el miedo y la oportunidad...

El viernes fue el cumpleaños de mi abuela materna. Un amor de persona, una mujer que dió su vida dedicada a la familia. Actualmente ella padece alzheimer, no recuerda nuestros nombres pero el sentimiento que tiene hacia nosotros es grande. Es como una niña pequeña a la que le gusta soñar.
Gran parte de mi familia acudió a verla, ella estaba feliz, aunque a cada rato olvidaba el motivo, sin embargo, se notaba contenta, cantando canciones que mi fallecido abuelo le cantaba para conquistarla, mientras platicaba con su hermana menor.
Tenemos miedo de que cada año se acerca más su partida, nos gustaría tenerla eternamente con nosotros pero sabemos que no es posible. Eso nos entristece un poco pero nos mantiene conscientes de el amor que debemos brindarle, incondicionalmente y derrochante, hasta el día en el que se suma en un sueño eterno y se reuna con el gran amor de su vida: mi abuelo.
Platicando con la familia me enteré de la situacion de mi tio P. Su cancer ha avanzado mucho y le esta provocando mucho dolor. Pero el se mantiene con una sonrisa y un optimismo enorme, se ha aferrado a la religión y despues de muchos años en su mirada veo serenidad y calma.
Su familia aún no acepta el hecho de la cercanía de su muerte. No hay marcha atrás. Aún con toda la fé que se tenga y con todo lo que se pueda o no pueda hacer, la endermedad esta muy avanzada. No me gusta pensar en la muerte, pero ella siempre esta presente. Aunque trate de evitarle siempre andará rondando en este mundo.
Me preocupa un poco mi enfermedad, la cual aún no tiene nombre. El doctor no me ha llamado y eso me mantiene un poco atemorizado, tengo mucha fe en que todo saldrá bien pero esta latente el hecho de que puede ser algo malo, despues de todo, esta en mis genes. Sin embargo, estoy a tiempo de que todo pueda salir bien.
Tengo ganas de vivir y de seguir corriendo en esta vida, las oportunidades vienen y no se niegan, así que estoy contento de estar en este mundo, siempre esperando la oportunidad de un día más.

lunes, 2 de marzo de 2009

Una mirada...

Y parece que tengo ganas de comenzarlo, jojojo!

Bien lo dijo Yuuko, las coincidencias no existen, solo lo inevitable...

=)

domingo, 1 de marzo de 2009

The Mostly Unfabulous Social Life of the Selfish 13itch...

Reconozco que mi vida social ha tenido altas y bajas. Hoy vi una película que me hizo pensar mucho en eso. El protagonista, Ethan Green, ha pasado toda su vida boicoteando sus relaciones buscando mil y una razón para alejar a la gente y, después, arrepentirse de ésto.

En cierta parte lo he hecho. Casi ninguna de mis relaciones han pasado los 3 meses (a veces ni siquiera una semana), porque me pongo a buscar siempre algo que no me gusta en las personas para alejarlas de mí. La mayoría de las veces valió la pena no centrarme en esas relaciones sin sentido, sin embargo, a veces si la cagué mal plan.

Ahora, mi vida está centrada en trabajo, clases de maestría y salir con mis amigos, de hecho, solo son 4, jajaja. Podríamos decir que mi vida social está del carajo. No se por qué le tengo tanto miedo a conocer gente, a tener nuevos amigos, hubo épocas en la que los tuve por montones y ahora solo quedan poquitos de ellos circulando en mi vida (no me quejo de eso, son muy buenos amigos y los adoro muchísimo), sin embargo, mi sociofobia ha regresado cohibiéndome como conejito nervioso ante el acecho de un lobo.

Creo que no pierdo nada con tratar. Debo dar el primer paso.

El viernes pasado, una amiga me dijo que tenía una especie de "admirador secreto", curiosamente me sentí como en prepa, jajaja, no en el mal sentido, sinoq ue mis mejillas se ruborizaron y me puse un poco nervioso por aquella "novedad", digo, últimamente no me he sentido atractivo, me faltan diez kilos para eso, así que el hecho de que alguien me vea atractivo me causo un poco de nerviosismo. El chico no esta nada mal, es simpático y se ve buen tipo, probablemente esta semana haga un primer contacto con el, sin prisas, sin acelerar nada, solo para conocernos, después de todo ya va siendo tiempo de que todo se vaya moviendo en mi vida, las cosas nuevas casi siempre traen cambios buenos que no podemos evitar.

Pasando a un off topic obligado por cierta personita que me está jode y jode sobre que ha pasado con M.
Bueno, pues M. despues de no saber por que me gustaba, lo descubrí, y al final, no es algo que me gustaría compartir aquí, es algo muy secreto que ni el sabe, jajaja, sin embargo, lo adoro más como amigo y eso no cambiará. Es mejor una buena amistad que una aventura mal planeada, jajaja.

Secreto Dominical