jueves, 2 de julio de 2009

Seishiro Sakurazuka.



*****


Esta mañana encontré un peine viejo.
Un peine rojo.
Pertenecía a la que me dio a luz.
El peine que siempre fue usado por la persona que solía llamar Madre.
Era como una niña.
Pequeños labios rojos que lucían como si estuvieran teñidos con flores, y cabello largo y negro…
Pienso que ella era una hermosa persona.

El color blanco de su piel es aún una memoria vívida.

Piel blanca.
Coloreada de rojo, de sangre.

Madre, en mi memoria, esta siempre vinculada al olor de la sangre.

Mi madre era el Sakurazukamori
El anterior a mí.
Me pregunto cuántos años tendría…
Aún no estoy completamente seguro.

Aquella que siempre sonreía con tranquilidad parecía por siempre ser una joven chica.

La primera vez que la conocí fue cuando tenía nueve años. Era invierno.
No sé donde ella estaba hasta entonces.
Nací en Kanazawa, y Madre estaba en Tokyo.
Lo más que puedo recordar es que nunca pensé en querer encontrarme con mi madre.
No tenía interés en quien me había dado a luz, tampoco en quién era mi padre.

No tiene importancia.

Madre estaba en una tradicional casa Japonesa en las afueras de Tokyo.
En las profundidades de una vasta mansión.
En una habitación oscura donde el sol nunca brilló.
Una habitación rodeada de barras.
En retrospectiva, creo que era una prisión.
Una prisión para encerrar a la chica que era mi madre.

Cuando nos encontramos por primera vez, la chica sonrió sugestivamente y dijo.

“Tu eres mi niño”

Nadie me lo dijo, pero esas palabras las sentí correctas.
Cuando respondí que sí, ella presiono sus labios rojos contra mi mejilla, rió divertida y dijo nuevamente…


*******


SETSUKA: Seré asesinada por ti.

Una oscura habitación japonesa.
Barras de acero rodeando la habitación como una celda.
La suave luz de las velas.
Cerca de la luz, estaba la madre de Seishiro, “Setsuka” y un joven de preparatoria, Seishiro.


SEISHIRO: Luces como si estuvieras divirtiéndote, Madre.

Sonriendo como una joven chica, Setsuka se reclinó sobre él.
Rió y puso su mano sobre la mejilla de Seishiro.


SETSUKA: Es porque tu veniste, Seishiro.

Setsuka, con una sonrisa.


SETSUKA: Mira, mi kimono con diseño de Camelias de Invierno.
Dijeron que tu vendrías hoy, entonces yo vestí esto por primera vez.
SEISHIRO: Hermoso.
SETSUKA: ¿De verdad?
SEISHIRO: De verdad.
SETSUKA: ¿Yo o el kimono?
SEISHIRO: Tú, por supuesto.

Setsuka felizmente abrazó a Seishiro.

SETSUKA: Seishiro… te amo.
SEISHIRO: ¿A mí? ¿Me amas?
SETSUKA: Sí, te amo.

Setsuka sonrió con su usual atractiva sonrisa.

SETSUKA: Pero tú no piensas nada de mí, Seishiro.
Lo sé.
SEISHIRO: Ah, ¿sí?
SETSUKA: Así es. Bueno, es verdad, ¿No?,… ¿Te desagrada?
SEISHIROU: Me asombra.
SETSUKA: Tu no puedes asombrarte.

Setsuka rió otra vez.

SETSUKA: Eres muy honesto, Seishiro.

Gentilmente, Setsuka presionó su oído contra el pecho de Seishiro.

SETSUKA: ¡Qué gracioso!, Tú no tienes sentimientos (kokoro) pero tienes corazón (Shinzou).
SEISHIRO: La gente podría morir sin sus corazones.
SETSUKA: ¿Huh?, Tú no tienes problemas en morirte.

Setsuka miró a Seishiro con sus ojos negros.

SETSUKA: No tendrías ningún problema, ¿Verdad?
No tienes nada que temer sobre la muerte, ¿No es así?
Es porque…
…No tienes nada valioso.
Nada de lo que te arrepintieras de perder.
No tienes nada que pudiera ser doloroso abandonar en este mundo.
SEISHIRO: ………

Miró a Setsuka, sin respuesta.

SETSUKA: ¿Sí? Parece como si quisieras decir algo…

Sonrió traviesa.


SEISHIROU: ¿Tú amas algo?

Setsuka sonrió y susurró al oído de Seishiro

SETSUKA: …Es un secreto.

Setsuka rió

SETSUKA: Hoy fui afuera por primera vez en un largo tiempo.
SEISHIRO: ¿A quién mataste?
SETSUKA: No lo sé.
Un hombre. Grande.
El me miró tristemente cuando moría.
Dijo que tenía miedo de morir.
Dijo que amaba a alguien, por eso no quería morir.
SEISHIRO: ¿Fue divertido?
SETSUKA: Mucho.
SEISHIRO: Eso es bueno.
SETSUKA: ¿Por qué?
SEISHIRO: Porque soy feliz cuando tu eres feliz.
SETSUKA: Mentiroso.
SEISHIRO: No estoy mintiendo.
SETSUKA: No te preocupas por mí en lo absoluto.
SEISHIRO: Eso no es verdad.
SETSUKA: ¿Cómo puedes decir eso?
SEISHIRO: Porque eres hermosa.

Setsuka rió nuevamente.


SETSUKA: ¿Te gustan las cosas hermosas?
SEISHIRO: Sí, me gustan
SETSUKA: ¿Qué parte de mi es hermosa?
SEISHIRO: El cabello, los ojos, los labios… Todo.
Madre, es difícil de creer que tú me diste a luz.

Seishiro miró fijamente a Setsuka.

SEISHIRO: Tú eres siempre… una joven chica.
SETSUKA: Pero… el final vendrá pronto.
SEISHIRO: ………
SETSUKA: ¿Verdad, Seishiro?
SEISHIRO: ………
SETSUKA: Vas a acabar esto por mí, ¿Verdad?
SEISHIRO: …… Supongo.

Setsuka rió feliz.

SETSUKA: …… Me alegra.
Recogí esto porque oí que tu vendrías hoy. ¿Ves?

Setsuka jaló su manga y puso el arreglo floral en un jarrón.

SETSUKA: Camelias. Camelias rojas.
SEISHIRO: Tu flor favorita.
SETSUKA: Las amo. Y las amo más cuando ellas caen.

Setsuka pone un gesto soñador.

SETSUKA: Caen en el suelo… “Plop”, como una cabeza humana
Me encanta.
Cuando hay una Camelia roja en el piso en un día nevado,
Parece como si la nieve blanca estuviera cubierta con sangre.
Me encanta.
SEISHIRO: Entonces, ¿Debería traerte Camelias la próxima vez?
Esas flores rojas que tu amas.
SETSUKA: ¿Vas a decorar mi tumba con ellas?

Respondió sin malos sentimientos.

SETSUKA: Pero no puedes, porque el Cerezo comerá mi cuerpo.

Setsuka rió.

SETSUKA: Voy a ser comida por el Cerezo, bajo el árbol donde todos los anteriores Sakurazukamori descansan. Si tú traes una Camelia, el Cerezo se enfadará.
SEISHIRO: … ¿Te gustan las Camelias más que el Cerezo?

Setsuka de pronto sonrió con extrema madurez.

SETSUKA: Yo “Soy” el Cerezo.

Setsuka, sosteniendo las camelias, se apoyó contra Seishiro.

SETSUKA: Mira, huelen bien…

Seishiro tomo los dedos de Setsuka que sostenían las flores, poniendo sus labios contra ellos.

SEISHIRO: … Huelen a sangre.
SETSUKA: Me pregunto ¿De quién será?
He matado a tantos, que no sé de quién es esa sangre.

Setsuka tomó el dedo de Seishiro y lo mordió con fuerza.

SEISHIRO: ………!
SETSUKA: …… Seishiro, tu dedo sabe bien.

Setsuka sonrió sugestivamente.

SETSUKA: ¿Duele…?
SEISHIRO: … No…
SETSUKA: … El olor de tu sangre, Seishiro… Lo amo.

Se inclinó sobre los labios de Seishiro.

SETSUKA: Bésame.

Seishiro, en silencio, besó a Setsuka.
Setsuka murmuró.

SETSUKA: Te amo… Seishiro.
Pronto…
Me matarás.


*****


Justo como Madre dijo, la asesiné.
Cuando tenía quince años.
Un día nevado.
Bajo una Camelia, la planta que ella dijo amar.

La blanca nieve estaba pintada por el rojo de la Camelia y el rojo de su sangre.

Madre murió felizmente en mis brazos.
Sonrió mientras se enfriaba.
Su sonrisa era aún la de una mujer joven. Hermosa.

Maté a madre y me covertí en el Sakurazukamori.
No sentí nada aún cuando la asesiné.

Aún ahora.
No siento nada.

Desde hace mucho, no pude notar la diferencia entre gente y cosas.
Matar a alguien y romper una copa de vidrio es lo mismo para mí.
Cadáveres, objetos rotos, son lo mismo.

La apuesta que comencé con un límite de un año no causó ningún cambio en lo absoluto dentro de mí.

El chico estaba participando sin saber en la apuesta.

Hoy, lo vi por primera vez en mucho tiempo.
Parecía más maduro, pero sus puros y transparentes ojos fueron los mismos de antes.

La gente no puede cambiar fácilmente.
Yo, ni Subaru-kun.

¿Me matará en venganza de su hermana, a quien asesiné?
Y yo… a él…

2 comentarios:

Angry Kitten dijo...

El sakurazukamori muere a manos de quien ama...

Sigue siendo para mi lo mejor que ha hecho Clamp ^^

Angry Kitten dijo...

Hey! Tu sabes que con esto tengo orgasmos; pero ya te tardaste en actualizar y te extraño.

Ojalà todo este bien.