jueves, 29 de enero de 2009

Hasta pronto.

JG se fué ayer.
No hubo momento de despedida, no hubo lagrimas ni abrazos ni un "te esperaré".
No tuvimos nada de eso no por la situación, ni por mi pasado ni el suyo, ni siquiera por lo acontectido la última semana.
No hubo nada de eso porque lo olvidé.

Puede sonar muy culero, y la verdad es que me siento un poquito así. Sin embargo, las razones que me hicieron olvidar su partida fueron muy ajenas a lo que podrían pensar las personas que me conocen.

La razón fue el estress de la escuela.

Estos últimos meses mi mente desvariaba si era bueno o no continuar estudiando. Mi motivo principal para entrar en el postgrado eran mis planes a futuro con C., poder tener una base estable y fuerte para ofrecerle una buena vida, un mejor futuro. Como mis pocos lectores sabrán, resulto un poco contraproducente.
Así que el dilema era ese. Continuar lo que comencé o renunciar porque ya no encontraba un motivo "fiel" por el cual hacerlo. Sinceramente, me distraje mucho de mis clases, y no rendí el 100 por ciento que hubiera querido dar. Sin embargo, esta última semana me esperaba un reto muy grande: el final de mi semestre... y con el final se me vinieron todos los trabajos finales que jamás pensé terminar.
le sufrí mucho, sacrifiqué mis horas de sueño y un poquito de mi salud mental. Estaba estressado, frustrado, cansado y en un caos tal que no podía hallar sentido a mis palabras.
Sin embargo, no quise renunciar. Era mi última oportunidad de seguir preparandome y seguir adelante. Le eché muchas ganas y de pronto las ideas necesarias para completar mis trabajos fueron llegando y encajando una por una, aunque a veces me saturaba de tanto que tenía dentro de mi cabeza.
Se me fue la mente un rato, me olvidé de todo y de todos y me encerre en el mundo de los cambios fonológicos, de la historia del español, de Krashen y sus teorías de adquisición y aprendizaje y en los terroríficos libros de lingüística del español donde la bibliografía era diez veces mas grande que el contenido que existía dentro de ellos.
Así, hoy llegué a mi último día del primer semestre. Me siento tranquilo, más no satisfecho, se que pude haber dado más y estoy seguro que lo daré cuando las clases comiencen nuevamente.

Quiero crear un panorama nuevo de mi vida. Y sé que merezco tenerlo. Merezco desearlo y alcanzarlo.

Quiero seguir creciendo en mi trabajo, las cosas estan cambiando y probablemente tenga una oportunidad de hacerlo. De esto hablaré la próxima semana.
Quiero seguir viviendo y sonriendo, no por los demás, sino por mí.
Quiero bailar y disfrutar cada día como debo.
Quiero seguir cuidandome y bajar esos kilos de mas que quedan por eliminar de mi cuerpo
Quiero ejercitarme y tener los músculos necesarios para que mi ego se vuelva loco.
Quiero conocer más gente, ser más social, tener nuevos amigos que complementen a los viejos
Quiero conocer a alguien que me mueva mi mundo nuevamente, y tomarme el tiempo, y no dejar que el miedo y el drama vuelvan a boicotear mi relación
Quiero reencontrarme otra vez con JG dentro de dos meses. Quiero decirle un "te extrañé" sinceramente y abrazarlo sin pensar en otro que no sea él. Quiero acompañarlo cuando la despedida regresé, y decirle con una sonrisa... "regresa pronto... te extrañaré"
Quiero ser yo y tener lo que merezco.
Y lo que merezco, es algo maravilloso, y no solo yo soy merecedor de ello... quiero que tengamos felicidad.

No hay comentarios: