domingo, 18 de enero de 2009

J.G.

Tenemos muchos años de conocernos, y pocos de habernos embarcado en una relación.
Nuestro final fue doloroso y cruel. No fue culpa de ninguno de los dos, simplemente fue algo más poderoso que nosotros. La distancia.
Nunca pudimos vencer ese inmenso mar que nos separaba. Un mar que nos unió y que nos traicionó.
Sin embargo, el sentimiento siempre estuvo presente. El amor existe entre los dos.
Somos confidentes, complices, amigos. Somos lo que siempre hemos sido y entre nosotros no existen etiquetas... solo tu y yo.
Reencontrame contigo otra vez, físicamente, fue maravilloso. Poder mirar tus ojos pícaros y tu hermosa voz que siempre tenía el tono adecuado para hechizarme. Caminar a tu lado, darte un abrazo o un beso en la mejilla sin que te lo esperaras, como siempre, fue una experiencia que he disfrutado cada instante.
Despues de todo, son 9 años ya. Nueve años de conocernos y estar lado a lado, escuchandonos, opinando, aconsejando, o simplemente discutiendo cosas tan tontas que el tiempo se nos va.
Ahora, eres diferente a como te conocí. Un profesionista exitoso que ha seguido sus metas, y de que manera. Puedo sentirme orgulloso completamente de tí. Eres una persona que es maravillosamente increible por dentro y por fuera. Eres y siempre serás uno de los "principes" que todo mundo espera que lleguen en su ayuda.
Y siempre llegas cuando menos me lo espero.
Gracias.
Gracias por todos los momentos, por todos los instantes y por el presente en el que te vuelves a encontrar.
Aunque seas mas "raro", más "maduro". Aunque tu primer nombre ya no te gusta y tenga que llamarte por el segundo, o mas bien, por la forma en la que todos te llaman ahora: Gutti.
Para mí, siempre serás tú.

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