martes, 5 de mayo de 2009

Alicia

Alicia lo miraba curiosamente mientras aquel risueño chico hablaba de sus sueños y experiencias.
Cada cosa que salia de sus labios le provocaba sonreir.
Sonrisas.
Nuevamente Alicia volvía a sonreir.
Alicia comprendió que la vida aún tenía una gran sorpresa destinada para ella, su propio camino, su propio rumbo...
El momento en el que se había detenido su tiempo, su vida, ya no existía.
Miró al joven nuevamente. Le dió un suave beso en la frente y se levantó sin decir nada, caminando sin mirar atrás.

Porque al fin podía ver hacia lo que estaba enfrente: el presente.

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