miércoles, 20 de mayo de 2009

De relaciones afectivas y gustos extraños

El fin de semana pasado tuve un encuentro con el prince Albert. Ambos estabamos borrachos (hasta la madre) y fue una de esas madrugadas extrañas donde todo puede pasar. El amanecer nos agarró mientras circulabamos por el libramiento sin pensar en consecuencias que el alcohol y un auto podían causar. Afortunadamente, llegamos sanos y salvos a nuestro destino. Mucha plática, alcohol y excesos de esos que en años había tenido. Sin embargo, hubo una que otra discusión por tópicos privados que causaron una que otra incomodidad en esa extraña relación "amistosa" que tenemos.
Creo que esta ocasión de nuestro reencuentro, las cosas se ponen más densas, más oscuras. Digo, no somos los mismos que hace cuatro años, la "inocencia" y "rebeldía" que tuvimos hace tiempo se nos fué. No sé si somos mas "maduros", pero sí sé que somos más directos en lo que decimos y en las opiniones que mantenemos.
Incluso a veces pienso que esta vez será la última vez que nuestras vidas se crucen.

No, no lo digo por ser dramático. Sino por ser realista.

Creo que su ultimo respiro antes de caer en el sueño eterno de su vida "ideal" esta terminando. El presente se lo come y lo agobia; a veces me quedo asombrado al ver como la mente de una persona "normal" se conflictua aún más que la mía. Y con motivos realmente serios.

No quisiera estar en su lugar.

Aún así, siempre tendrá mi apoyo. Es como un niño pequeño que tiene miedo de las tormentas, escondido bajo las sabanas y abrazando a su oso de peluche para encontrar seguridad.
Y yo soy su oso de peluche. Aquel que le protege, y está ahí para él.

Curioso, normalmente siempre era al revés.

Pasando a otro asunto (que tiene que ver también con el "corazón"), no creo que no he hablado abiertamente sobre otra personita.

"Fulanito" es un niño que en cierta medida me gusta. De esas personas que pueden quedarse en tu vida sin necesidad de ser nada más que un amigo. De hecho, es lo que más me atrae de él, poder platicar de tonteria y media sin conflictuarme y actualmente sentirme bien con ese "crush" que tengo.
Es más como algo platónico, que no creo querer cambiar.
En cierto sentido, me está ayudando a salir adelante y superar cosas que pensé no podrían salir de mí nunca y me siento bien con ese sentimiento.

Se acrecentará?, aún es muuuy pero muy pronto para decirlo. Sin embargo, nunca hay que cerrarse a nada, y si no, no pasa nada.

Hay mucha vida para un rato...

No hay comentarios: