jueves, 25 de diciembre de 2008

selfish 13itch (IV)

Nos conocimos hace 10 años.
Puedo recordarlo perfectamente. Una tarde con un poco de llovisna. Yo llegando a la casa de mi mejor amiga y tu abriendome la puerta.
Por un momento pensé que me había equivocado de casa, pero era imposible. Me saludaste con un hola y una gran sonrisa en tus labios. Te pregunte por Y y me dijiste que ibas a hablarle.
Fue muy extraño para mí. Incluso ahora no puedo decir si me quedé pasmado porque me gustaste desde el primer momento o porque cambiaste la monotonía de mi rutina diaria.
A partir de ese momento el frecuentarte se volvió parte de mi vida. Fui el primero en saber sobre la relación "prohibida" que tuviste con Y y me volví tu complice, tu amigo. Incluso tu dijiste que era tu mejor amigo.
Para mí lo eras.
Quisiste entrar a nuestra escuela, sin embargo no fue posible. Sin embargo, cada día estabas ahí, con nosotros, tomandote un tiempo para convivir con todos aquellos nuevos amigos que tenías.
Un día me dijiste que los mejores amigos se saludaban de beso. Yo, tímido como era, me sonrojé. Ni a mi padre le besaba y ahora tenía que besar a un hombre. Todos lo vieron, e incluso durante algún tiempo, nuestros amigos también lo hicieron. Despues de todo, era algo "normal".
Otro día me diste la mano para caminar juntos a casa. Fue extraño para mí y no se si a Y y a F, mi hermana, les molesto, pero despues se acostumbraron. Siempre ibamos a todos lados tomados de las manos, en la escuela, en la calle. Incluso a veces me cargabas en tus hombros y caminabamos así cuadras enteras. Has sido el único que ha podido hacer eso. Fuiste el primer hombre con el que he bailado en publico y que no me ha importado, incluso muchos nos imitaron.
Una que otra vez entrabamos a tiendas y tu fingías que eramos pareja para que las chicas se quedaran asombradas.
Era un poco penoso pero divertido.
Tu eras mi "papá"
Y yo era tu "hijo"
Nuestros cumpleaños estaban separados solo por horas. 16 horas aproximadamente. Podrían decir que por eso eramos iguales, pero al final fuimos muy diferentes.
Nos lastimamos.
Recuerdo que cuando terminaste con Y, me hablaste por teléfono. Querías verme.
Yo estaba molesto por la desición que habías tomado de terminarla. Sin embargo, estaba contento. Estaba seguro que la engañabas con otras chicas de tu escuela y yo no quería que ella saliera lastimada.
Llegué a tu casa. Estabas solo. Borracho, en nada más que shorts. Me abrazaste y te pusiste a llorar. Yo te abracé tambien para tratar de consolarte. Te pregunté el por qué de tu desición...
Y me dijiste que el motivo era yo...
Me quede pasmado, sin decirte nada. Tomaste mi rostro y me besaste. Yo salí corriendo de ahí.
Lloré mientras corría hasta perderme. Lloré por lo que habías hecho. No había más que una integridad fracturada y una imagen de hermandad que se desvanecía con ese beso.
Lloré porque pude sentir mucho con ese beso... y me asusté.
A partir de ahí nuestra amistad se fue en declive.
Nos dejamos de hablar, y yo estuve mucho tiempo deprimido. Todos lo notaban, y todos me decían que te perdonara sin que ellos pudieran comprender lo que habías hecho.
Pasando el tiempo, nos saludabamos de hola y adios. Un día tu padre me busco y me dijo que estabas mal y quería que yo volviera a ser tu amigo, porque andabas en malos pasos.
Me negué.
La historia se fue haciendo mas dramática. Una vez me gastaste una broma estupida con tus amigos nuevos. Otra vez, mandaste a golpearme mientras tu solo veías. Afortunadamente en ese tiempo tenía muy buenos amigos que me defendieron y te dieron la espalda al ver lo idiota que eras. Todavía puedo recordar cuando bajaste la mirada mientras ellos me sacaban de aquel lugar.
Te odié... No por el beso, sino por las acciones estúpidas que hiciste.
Te odié... No porque me hayas abierto los ojos a la persona que realmente era, a las posibilidades y a una vida que puedo decir que amo...
Te odié por lo que no fuimos.
Te odié por lo que no vivimos.
Te odié porque te fuiste sin aclarar nada....

...y regresaste...

Te encontré ayer otra vez.
No esperaba verte. Sin embargo, a unos metros de distancia ambos nos quedamos congelados.
Eramos tu y yo. 10 años despues.
Tu cuerpo mejoró. me pregunto si por los esteroides que consumías desde que te conocí, o si realmente era un cuerpo trabajado.
Tus ojos seguían siendo tiernos, a pesar de no ser perfectos.
Tu cara marcaba ya un poco de rasgos de la edad. Muchos más marcados que en mí, debido a tu vida tan complicada.
No terminaste una carrera.
No tenías una motivación.
Seguías siendo el mismo de siempre. Mujeriego... y probablemente hombreriego.
Me pregunto si tienes algún tipo de enfermedad.
Hablamos y te conte vagamente de mi vida.
Me veías con los ojos abiertos, asombrado de lo que he logrado.
Nos despedimos. Me sentía incomodo al verte. Eso fue todo... o al menos eso pensé.

Hoy me buscaste y te metiste en mis planes.
Hoy hablamos más.
Sonreíste.
Sonreí falsamente.

Y descubrí que seguías siendo el mismo mediocre de siempre.
Sigues atrapado en un mundo donde tu eres el centro...
Yo no. Tengo más cosas en mi vida, personas importantes y acciones que se desarrollan para mover mi mundo.
Aún en estos días dolorosos, me siento bendecido por todo lo que he tenido.
Y doy gracias por no haber sido alguien como tú.

Ya no te odio...

...ahora...

...Solo te compadezco.

No hay comentarios: